Más allá del Desierto Infinito, donde se mezcla la lava de los Volcanes Gunung y el agua del río, encontrarás el Pantano Fadan, un territorio hostil y hogar de los pulpóreos. Las raíces sobresalen del agua y el suelo, dando la sensación de que los árboles están elevados. Debido a la toxicidad de la zona, la vegetación tiene mutaciones, entre las que destacan las plantas carnívoras, con las que debes tener especial cuidado.
Entre las diferentes pozas de agua viscosa, las viviendas de los pulpóreos están construidas con barro tóxico pegado a los troncos. De esta manera, forman distintas torres que más que casas parecen agujeros hechos en los árboles y que les sirven como puertas y ventanas. Pero es suficiente para ellos y lo consideran un hogar entrañable en el que vivir.
Los pulpóreos son expertos cazadores, así que pueden acecharte en las profundidades de las pozas sin que te des cuenta y atacarte con su veneno. Y no se preocupan por ocultar sus intenciones, ya que numerosas jaulas cuelgan de las ramas y están esparcidas por el suelo, recordando a los viajeros que pueden ser la próxima presa para el festín pulpóreo. ¿Te atreves a adentrarte en el pantano?